El palet: reutilización y economía circular

El palet: reutilización y economía circular

En las últimas décadas, hemos vivido bajo un modelo económico lineal, donde para fabricar productos se extraían materias primas, se producía y luego se desechaba, sin tener en cuenta la huella ambiental y sus consecuencias. Todo esto ha sido provocado por la aceleración en el consumo, el deseo de inmediatez, la búsqueda continua de comodidad y novedad, la impaciencia, etc. Este modelo es contrario a como la propia naturaleza funciona, o incluso como las personas en zonas rurales o nuestros abuelos, donde en todos los casos el aprovechamiento y la reutilización de los recursos eran muy elevados.

Afortunadamente, en los últimos años esta tendencia está cambiando y está empezando a ser sustituida por la implantación de un modelo de economía circular de producción y consumo que busca reducir al mínimo la generación de residuos y aprovechar al máximo los recursos disponibles. Es decir, estamos imitando a la naturaleza y a nuestros antepasados. Dentro de este modelo circular, los envases juegan un papel clave, ya que pueden ser reutilizados, reciclados o valorizados, reduciendo así su impacto ambiental y generando beneficios económicos y sociales.

En Europa, la economía circular, además de ser un plan medioambiental, se trata también de un plan geoestratégico y de supervivencia económica como continente importador de recursos que es.

Lógicamente esta transición de una economía lineal hacia una economía circular debe de ir acompañada de una actualización legislativa que imponga obligaciones, responsabilidades, objetivos y herramientas necesarias para asegurar la protección del medioambiente, el crecimiento económico y el desarrollo social.

Dos buenos ejemplos de la “revolución legislativa ambiental” en la que nos encontramos en la actualidad para promover esta economía circular son la Ley 7/2022 de Residuos que entró en vigor el 10 de abril de 2022 y el Real Decreto 1055/2022 de envases y residuos de envases que entró en vigor el 29 de diciembre de 2022. Este último, entre otros aspectos, incorpora una serie de novedades en materia de gestión de envases comerciales e industriales.

Entre algunas de estas novedades está que los productores de este tipo de envases[1] deberán asumir la financiación y la gestión de los envases usados y los residuos de envases que se generen. Esto, basado en el principio de quien contamina paga es lo que se conoce como Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), y para cumplirla, los productores lo pueden hacer de manera individual constituyendo un Sistema Individual de Responsabilidad Ampliada del Productor (SIRAP) o adhiriéndose junto con más productores a un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP).

Otra de las novedades de este Real Decreto es la obligación de implantar un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), dirigido por un SIRAP o un SCRAP, para gestionar aquellos envases que sean reutilizables una vez estén vacíos. Este sistema consiste en que el productor/envasador envía su mercancía en un envase reutilizable a su cliente y le cobra un depósito por el envase entregado, depósito que devolverá a su cliente una vez que éste le devuelva el envase reutilizable vacío, de manera que se garantice el retorno a su origen y la posibilidad de reutilización. Este cobro y devolución de depósito se puede ir arrastrando si hay fases intermedias entre diferentes agentes de manera que el que entrega el envase cobra el depósito que devuelve cuando se le devuelve de nuevo el envase vacío.

Entre los envases comerciales e industriales que sean reutilizables se encuentran los palets (tanto de madera como de plástico). Los productores de este tipo de envases tendrán que cumplir con las obligaciones indicadas de responsabilidad ampliada del productor (constitución de SIRAP o adhesión a un SCRAP, gestión, financiación, reutilización, SDDR, reporte de información de puesta en el mercado y gestión de los envases).

El palet tiene un elevado grado de dispersión una vez entra en circulación para las labores de logística y transporte, lo que dificulta enormemente y con los medios actuales, su control y trazabilidad. Se trata de un envase reutilizable, terciario o de transporte y comercial/industrial, ampliamente extendido en todas las industrias y sectores (tanto a nivel nacional como internacional). En España se llevan al año más de 1.200 millones de movimientos de este tipo de envases. Se trata de un consumible a diario y en grandes cantidades. Significa un coste básico y reiterativo en la cadena de costes de producción de cualquier empresa que requiere una correcta gestión y del cual se puede obtener un importante ahorro de costes al recuperarlos y reutilizarlos.

Entre los objetivos del RD 1055/2022 está la correcta gestión por parte de los productores de los envases que ponen en el mercado, fomentando en primer lugar la reutilización, seguido de la valorización y por último la eliminación.

Los productores (a través del SIRAP o SCRAP) tendrán que informar a las autoridades competentes sobre la cantidad de envases puestos en el mercado y su gestión (recogida, reutilización, preparación para reutilización, valorización). Por ello es imprescindible disponer de una herramienta de control de trazabilidad de este tipo de envases.

La correcta gestión de los residuos es uno de los motores que darán impulso al desarrollo de la economía circular, lejos de ser una obligación, es una oportunidad. La reutilización de los envases comerciales e industriales, como puede ser el caso de los palets, va a suponer fuerte ahorro económico para todas las empresas envasadoras.

La logística, calidad, reutilización y trazabilidad son las tres claves para esta correcta gestión de los envases y, por supuesto, la colaboración de todos los agentes afectados (productores, gestores, poseedores administraciones) porque todos tenemos RESPONSABILDADES COMPARTIDAS.

 

Fuente: Elaboración propia

Autor: Pablo Mariñas Martínez; Director General; Ecophir Recicla

ECOPHIR RECICLA S.L se ha constituido como entidad diseñada para ofrecer soluciones integrales a medida a todas las entidades y agentes económicos afectados por la responsabilidad ampliada del productor con relación a los envases comerciales e industriales puestos en el mercado. Es una de las cinco sociedades productivas que forman el grupo empresarial JANÉ MORRAJA, grupo con más de 30 años de experiencia en la gestión (recuperación y reutilización) y fabricación de palets de madera.

[1] Envasadores o agentes económicos dedicados a la importación o adquisición en otros Estados miembros de la Unión Europea de productos envasados para su puesta en el mercado.

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