Un café con… Carlos Hernández, Conferenciante y Consultor en 2abrazos

Carlos Hernández, Conferenciante y consultor, optimista empedernido, Doctor en Ciencias Sociales, Master en Intervención en Duelo, Master en RRHH, Licenciado en Sociología y en Periodismo y Diplomado en Trabajo.

Su fuerte optimismo le hizo convertirse en emprendedor, y después de pasar por varias multinacionales como Pfizer o Hay Group, creó su propia marca, dosabrazos, desde donde imparte, cursos y conferencias sobre motivación, acompañamiento, y desarrollo personal. Carlos es, además, profesor en la Universidad Pontificia de Comillas.

L&A: Cuéntanos Carlos, tras más de 20 años de trayectoria como conferenciante, ¿qué fue lo que te impulsó a emprender y convertirte en el experto que eres hoy en día?

Carlos: A decir vedad, lo que me animó a emprender fue el mercado y mi propia situación personal y profesional. Yo había trabajado en dos multinacionales y en 2003 me vi obligado a salir de una de ellas por una fusión. Tras unos meses buscando empleo no acababa de encontrar algo que se adaptase a lo que quería y sabía hacer, sin embargo, durante ese tiempo me fueron surgiendo oportunidades de colaboración puntuales con diversas empresas para temas de formación y desarrollo. Así que, pasado un tiempo, valoré la situación y vi que era capaz de generar mi propio sueldo colaborando en proyectos puntuales, por lo que decidí lanzarme a la aventura, dejar de buscar un trabajo estable y emprender con mi propia marca. A partir de ahí traté de ir creciendo profesionalmente, además de ofrecer cursos comencé a crear e impartir conferencias, y tras unos años me llegó la oportunidad de trabajar también en Latinoamérica. No se si soy un experto, pero lo que sé es que disfruto mucho haciendo lo que hago.

L&A: ¿Qué significa dosabrazos? Y ¿Por qué lo elegiste como tu marca personal?

Carlos: La historia del nombre de dosabrazos es muy divertida, porque en realidad no era la marca prevista para la empresa.

Todo empezó mucho antes de que yo fuese emprendedor. Cuando era muy joven hice un viaje a Escocia con un amigo que escribía un diario durante el viaje. En el diario, nunca sabremos por qué, él hablaba de mi como dosabrazos. (Ahora cuando le pregunto dice que ni se acuerda). Pasados unos años, cuando yo me hice mi primera cuenta de correo electrónico, todos los correos que pudiesen surgir de mi nombre y mi apellido (Carlos Hernández) estaban ya ocupados, así que, de forma provisional, o eso creía yo, me hice una cuenta llamada dosabrazos@yahoo.com. Al cabo del tiempo, cuando empecé mis colaboraciones con empresas solo tenía esa cuenta, y, aunque me daba cierta vergüenza utilizarla empecé a recibir un feedback muy positivo de algunos clientes respecto a lo de llamarme dosabrazos.

 

Así que el día que tuve que elegir mi propia marca me dije a mi mismo: “pues no la tengo que buscar demasiado, ya la tengo: ¡dosabrazos!” Y afortunadamente no estaba registrada.

 

Como anécdota os contaré que un amigo mío, responsable de cuentas de empresa en una importante entidad bancaria, me dijo que eso no era una marca seria, y que no podría tener buenos clientes nunca con una empresa que se llamase dosabrazos. Pero yo pensé: “si la empresa más prestigiosa del mundo vende ordenadores y se llama manzana, ¿por qué no se va a llamar mi empresa “dosabrazos?”

L&A: En todos tus años como consultor en grandes empresas, ¿En qué sectores has impartido tus charlas? ¿Destacarías alguna sesión que te haya marcado especialmente?

Carlos: Pues he impartido conferencias y cursos prácticamente en todos los sectores. Desde sectores muy formales como banca, auditoría o seguros a otros aparentemente más divertidos como coctelería y eventos.

También trabajo con grandes instituciones públicas como el Cuerpo Nacional de Policía con los que es un gusto colaborar pues están muy abiertos a todo lo que venga de fuera de la institución.

En los últimos años, y por experiencias personales, trabajo mucho con el sector sociosanitario en temas de acompañamiento y manejo de duelo, y la verdad es que son charlas muy agradecidas e impactantes, sobre todo las que hago para asociaciones o grupos de familiares y pacientes.

Hay sesiones que recuerdo con mucho cariño, como una que impartí para mayores en un centro de día u otra que hice con una ONG para personas con Trastorno Limite de Personalidad.

Y volviendo al ámbito empresarial me divierte mucho dar ponencias en empresas de Latinoamérica, pues me exige el esfuerzo de cambiar el chip y adaptarme a otras culturas. He trabajado con asociaciones de profesionales de Recursos Humanos en muchos países latinoamericanos.

El evento que más me ilusionó fue un congreso internacional para profesionales de Recursos Humanos en Montevideo en el que yo daba la charla inaugural y Nando Parrado, uno de los supervivientes del accidente de los Andes, daba la ponencia de clausura.

L&A: En todos tus años como consultor en grandes empresas, ¿En qué sectores has impartido tus charlas? ¿Destacarías alguna sesión que te haya marcado especialmente?

Carlos: Creo que es un sector con muchos retos por delante. Por un lado, está el reto de la sostenibilidad, a los consumidores cada vez nos gustan menos los envases o embalajes que contienen plásticos y creo que el cambio de hábitos de consumo es una realidad.

Por otro lado, está el reto de la estética y de la creatividad, al final un envoltorio, o una caja, pueden ser parte de una toda una experiencia para el consumidor; es como en los regalos, tienen más valor envueltos en un papel bonito que sin envolver, aunque el regalo sea el mismo. Los consumidores queremos ver cosas bonitas, abrirlas y descubrir lo que hay dentro, y eso además exigimos que sea sostenible. Y claro, todo ello sin olvidar la funcionalidad.

En definitiva, mi consejo sería que escuchen al cliente interno y externo y, sobre todo, al consumidor final, y que sean conscientes de que el packaging puede dar mucho valor añadido al producto y también colaborar con la construcción de un mundo más sostenible.

L&A: Vemos que también has sido profesor y has estado en contacto con jóvenes que comienzan su andadura en el mundo profesional, ¿Qué consejos les darías para comenzar su camino laboral?

Lo primero que les digo a ellos es que crean en ellos mismos y en su proyecto de vida. Un día un grupo de alumnos me dijeron en la facultad que ellos querían convertirse en directores generales, y les dije que ya lo habían conseguido, que ya eran directores generales de su propia vida. Eso les exige diseñar una estrategia, adaptarse a los cambios, realizar proyectos y sobre todo creer en ellos y en su capacidad de crecimiento. A veces nos olvidamos de que ya estamos dirigiendo lo que será el proyecto más importante de nuestra vida: nosotros mismos.

También les diría que se lo curren, que no se acostumbren a que se lo den todo hecho. Que sean inquietos, curiosos e intuitivos. Que no se fíen de una empresa por el mero hecho de que es muy grande o factura mucho, que busquen buenas empresas para desarrollar su carrera, y para mi una buena empresa es la que está compuesta por buenas personas. Rodearse de gente buena y positiva es algo vital en la vida.

Y por último que sean honestos con ellos mismos y con su entorno. Aquí no vale de nada tener un buen envoltorio si al abrirlo uno no es auténtico y buena gente.

 

L&A: Según tu punto de vista, ¿cuáles crees que serán los cinco puntos clave que marcarán la diferencia dentro de vuestro sector?

Borja: Además de la digitalización, existen otros cuatro puntos clave como son el objetivo de sostenibilidad, la automatización, la captación e interpretación de los datos y la escalabilidad. Dada la situación del mercado laboral actual, creemos que, en los próximos años, la automatización va a ir ganando mucho terreno en el sector intralogístico. La escasez de mano de obra cualificada es ya una realidad. Nuestro compromiso con la sociedad en este terreno es formar el talento necesario para acompañar este proceso de automatización y digitalización.

L&A: Finalmente, si tuvieras que darle un consejo al Borja de hace 5 años, teniendo en cuenta los cambios imprevisibles que hemos vivido dentro de estos últimos años, ¿cuál sería?

Borja: El Covid nos ha demostrado la capacidad de adaptación de la sociedad y de nuestra empresa. Nos ha mostrado cómo cambios que hasta hace cinco años eran impensables, se pueden llevar a cabo. Además, en esta crisis sanitaria, el sector intralogístico y el e-commerce han tenido una importancia estratégica que nos ha ayudado a descubrir todo su potencial y a darle la relevancia y los recursos que se merecen. Y por último, y casi más en el terreno de lo personal, en Siemens hemos apostado por una flexibilidad laboral casi total para que nosotros, los empleados, podamos combinar su vida personal con la profesional. El resultado ha sido y está siendo un éxito.

CARLOS 2 ABRAZOS

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